Muchos tenemos animales en casa, pero ¿realmente sabemos cuáles son sus necesidades? ¿Qué podemos ofrecerles para que sean más felices a nuestro lado?. ¿les damos lo mejor cuando creemos darle lo mejor?.
Ellos vienen a nuestra vida a acompañarnos en un tramo de nuestro camino, pues siempre se van antes que nosotros, y aquí nos dejan una de sus grandes enseñanzas, nada menos que las despedidas!. Se convierten en guardianes de nuestra casa, pero también en compañeros de juego, de paseos, e incluso de penurias, así que ¿por qué no darles lo mejor?
Aquí van 5 tips para que tu incansable compañero se sienta más feliz y sano a tu lado:
1.- Trata de darles comida natural: Como ventaja, es más económica y de mejor calidad que la industrial, pero…requiere de más trabajo, no es tan cómoda. Sin embargo, el acto de cocinarles es ya de por sí una magnífica muestra de amor que ellos (aunque no lo creas) lo percibirán sin lugar a dudas, puesto que cocinar para quien sea es en si una forma sencilla y directa de manifestar el amor.
Eso sí, debes de saber que los perros no comen lo mismo que nosotros, puesto que son carnívoros no estrictos, lo cuál quiere decir que pueden comer una amplia variedad de verduras, alubias y frutas además de la carne que constituye la base de su alimentación, aproximadamente hasta un 60% de su dieta.
Otra particularidad de su dieta es que no necesitan tres o cuatro comidas al día como nosotros. Se bastan con una sola, y hasta se recomienda un ayuno de vez en cuando para que puedan realizar su desintoxicación natural.
Existen balanceados (croquetas) de todas las calidades y definitivamente, como profesional, no puedo sino censurar los que son de baja calidad, aunque sean tan económicos, así que solo nos queda los de alta calidad, con precios que limita mucho su consumo. Y en todo caso, no olvidemos que aunque sea de altísima calidad, siempre habrán perdido su ajayu o energía natural, al ser sometidos a un proceso de desecado y estrusionado.
2.- Siempre trata de facilitar el contacto con otros perros; No olvides que no son de nuestra especie, aunque muchas personas los “humanicen” y los traten como sus propios hijos. Los animales son parte del sistema y efectivamente deben de ser amados con mucha gratitud por lo que representan en el hogar, pero sus necesidades son “otras” a las nuestras. Una de estas necesidades es la de socializar con sus congéneres, pues son animales sociables, con una clara disposición y necesidad de concretar relaciones con los de su misma especie.
Muchas veces, el miedo a que puedan pelearse o contagiarse de pulgas u otras enfermedades, o bien la falta de tiempo o ganas de sacarlos a un parque cercano, hace que sus dueño eviten el contacto con otros perros, lo cuál crea individuos con problemas de socialización, gruñones, tímidos o apáticos, en definitiva, infelices. Al fin y al cabo, lo que hacemos es proyectar nuestros miedos sobre ellos y ellos absorberlo como esponjas.
3.- Juega con ellos: Como buenos mamíferos, el juego está en su información genética, tanto como en la nuestra. Si somos capaces de tomarlos como compañeros de juego, no solo aumentará su índice de felicidad, sino también la nuestra, pues estimulará la producción de dopamina (desarrolla la creatividad), serotonina (neurotransmisor contra la ansiedad y el estrés) y las famosas endorfinas (inductora directa de la felicidad y el bienestar). Aquí además incluimos a los pequeños de la casa que muchas veces “no tienen con quien jugar”, y de esta manera, un perro se puede convertir en el inseparable compañero de fechorías de nuestras wawas.
El juego por otro lado, refuerza la relación entre los animales y sus dueños y facilita el crecimiento personal y estimula nuestro corazón y sistema circulatorio, y sin duda, nos convierte en mejores personas.
4.- No intervengas en sus relaciones con otros perros o animales de la casa: Los perros tienen memorias de jerarquía en su manada. No te olvides que en un perro doméstico, también existe una manada, incluso aunque no tenga compañeros caninos con él. Somos nosotros.
Cuando vemos “las manadas” de perros callejeros que se juntan y siguen a un líder, no es solo una curiosidad, pues en su estructura social y familiar existe la presencia de un líder, al igual que existen las hembras alfa o los machos alfa. Existe una clara jerarquía que debemos respetar y no interferir.
A menudo se da la situación de nuevos integrantes al hogar que necesitan realizar su periodo de adaptación en el que tendrán que disponer el lugar que deben ocupar en su manada, y esto es completamente necesario, a pesar de que muchas veces, en nuestro deseo de justicia tratemos de poner orden a lo que deben ordenar ellos.
Eso sí, no te olvides que el líder verdadero de la manada debes ser tú, pues igualmente necesitan un referente humano que les de seguridad y confianza en el lugar que ocupan en el hogar.
5.- No los bañes con frecuencia: Su piel no es como la nuestra, pues dispone de una fina capa de grasa que protege la epidermis del exterior. Simplemente, el uso de jabones –sea cual sea el tipo de jabón- disuelve esta capa protectora, por lo que induce al asiento de hongos, bacterias o parásitos. Como orientación, podemos bañarlo una vez cada uno o dos meses, incluso tres si es que son de piel sensible o de pelo blanco. Podemos, eso sí, lavar frecuentemente con productos no jabonosos que ejerzan un poder limpiador, pero que no llegan a diluir las grasas, y siempre naturales, como por ejemplo la avena, el bicarbonato de sodio, los microorganismos efectivos (EM) o el Te verde. Por cierto, un perro debe oler a perro, no a perfume. Tengan cuidado con los productos perfumados y sus contenidos químicos, pues irritan y son alérgenos. En todo caso utilicen siempre productos a base de aceites esenciales para tal fin y con precaución.
Y sobre todo, considéralos una parte de ti y de tu hogar, pues aunque parezca mentira, vienen muchas veces a nuestra vida a recordarnos que somos capaces de dar mucho amor.
